domingo, 15 de junio de 2014

Algunos apuntes sobre la gestión de los patrimonios familiares


Es frecuente que en las familias empresarias no solamente forme parte de su patrimonio la empresa que fundaron, sino que con los beneficios generados en la misma paralelamente se hayan ido creando otros patrimonios familiares. El Consejo de Familia, como representante de todas las propiedades de la familia empresaria tiene también como función esencial cuidar y engrandecer el conjunto del patrimonio familiar[1].
En nuestra cultura latina es habitual ver como las familias empresarias ya en primera generación crean patrimonios familiares anejos a las empresas de la familia y en no pocos casos de mucho más valor. También resulta sorprendente como en las familias empresarias latinas (a diferencia de las de cultura anglosajona) tienden a mantener la empresa familiar en manos de la familia en tanto que fragmentan entre las distintas ramas familiares un patrimonio de los padres de mucho más valor. Creo que ello es un gran equívoco cultural. Mantener la propiedad familiar en común es una apuesta de futuro que permite un mayor y más rápido desarrollo de la riqueza familiar. Por otra parte, toda propiedad familiar mantenida en común hace sentir a cada miembro que es constituyente de un colectivo unido por una historia y un legado que desea engrandecer y transmitir a futuro a sus hijos.
El Consejo de Familia tiene la responsabilidad ética de concienciar a la familia empresaria sobre la importancia de, en la medida de los posible, mantener unido y acrecentar todo aquel patrimonio familiar que en gran medida se ha hecho gracias a los beneficios generados en la empresa familiar. 
 Normalmente en nuestras culturas latinas los patrimonios familiares creados en vida de los fundadores suelen ser de tipo inmobiliario; es decir, muy poco o nulamente diversificado, por lo que si bien en un principio dicho patrimonio puede tener un gran valor, no son fácilmente convertibles en liquidez, hecho éste que desmotiva a algunos herederos a implicarse en su continuidad. Sin embargo esta opción de fragmentar el patrimonio de los padres (normalmente a partes iguales entre los hijos) no siempre es la más recomendable.
Para empezar, hay que decir, que cuando el patrimonio de los padres es considerable, unido y bien gestionado permite generar mayores beneficios que fragmentado. En segundo lugar, hay que decirles a los herederos que al igual que están concienciados en profesionalizar la empresa familiar y mantenerla unida, del mismo modo se animen a mantener unido y a profesionalizar la gestión del patrimonio común, ya que ello les permitirá hacerlo más rentable y atractivo para todos sus herederos.




[1] Nogales Lozano, F. “La Familia empresaria. Aprenda a diagnosticar sus déficits y potencialidades”. Op. cit. En este texto, en su capítulo 5: “El patrimonio familiar como resultado de la capacidad de la familia empresaria para generar, a través de la empresa familiar, riqueza para sus miembros”, desarrollo ampliamente en los distintos aspectos de gestión de los patrimonios familiares y el papel que en ellos juegan los consejos de familia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario